Sevilla recibe al otoño con aires flamencos. La ciudad está poseída por el espíritu de este arte ancestral declarado patrimonio mundial, que cada dos años
Pasamos el grueso de nuestras jornadas en el lugar de trabajo. La oficina es el sistema nervioso en nuestra sociedad del conocimiento. Pero para ser la columna vertebral de la existencia del humano medio, por no decir catedral para los fanáticos del trabajo
Sevilla recibe al otoño con aires flamencos. La ciudad está poseída por el espíritu de este arte ancestral declarado patrimonio mundial, que cada dos años
Pasamos el grueso de nuestras jornadas en el lugar de trabajo. La oficina es el sistema nervioso en nuestra sociedad del conocimiento. Pero para ser la columna vertebral de la existencia del humano medio, por no decir catedral para los fanáticos del trabajo